Las artes marciales son prácticas pensadas para someter o defenderse de un posible rival, mediante la aplicación de técnicas que varías según los diferentes estilos. Todas las artes marciales se basan en el uso de la fuerza física, que a diferencia de una pelea normal, requiere de una estructura de acción y reacción; que vienen por lo general acompañados de una filosofía y una ética conductual que rige la vida del practicante.
Existen muchos motivos por los que una persona quiera comenzar a practicar alguna arte marcial, bien sea por protección personal, salud, espiritualidad etc. Estas disciplinas también las pueden practicar niños a partir de los 5 a 6 años, esto tiene un efecto positivo en ellos, ya que le forja el carácter, aprenden de perseverancia, cooperación, autoconfianza, lo estimula a tener metas, sociabilizar etc. Y por lo general, mejora su estado de ánimo al compartir con otros chicos de su edad una misma pasión.
Un deporte singular
Es bien sabido que las artes marciales son reconocidas como una modalidad deportiva, y aunque no sea un factor determinante, comenzar desde pequeños la práctica de disciplinas como el yudo, el karate o la esgrima; puede determinar que en el futuro se convierta en un profesional.
Es importante rescatar los valores culturales e históricos que tienen estas técnicas militares, bien sea con armas o sin ellas. Sus orígenes se remontan a principios de la humanidad y tienen un sentido de identidad muy arraigo entre las personas que lo practican.
La edad nunca es una limitación para comenzar a practicar cualquier arte marcial simplemente se necesita tener conciencia sobre su cuerpo y haber aprendido a comunicarse correctamente para entender bien las directrices de los maestros. Existen cientos de artes marciales en todo el mundo y nunca es tarde para practicar una de ellas.
